¿Cómo puedo pintar un radiador sin desmontarlo?
Parece un proceso engorroso, pero pintar un radiador puede ser más sencillo de lo que crees. Sigue nuestros consejos y descubrirás que sin apenas dedicarle tiempo, ¡puedes dejar tus radiadores como nuevos!
Solemos pensar que a la hora de pintar un radiador, tendremos que desmontarlo y, por lo tanto, resultará una operación muy complicada en la que tendremos que cortar el agua, armarnos de cubos y fregonas, y seguramente perder todo el día en el proceso. Pero los nuevos productos de los últimos años, buscan facilitarle la vida al consumidor y hacer que el proceso sea mucho más sencillo, limpio y rápido. En este artículo te sorprenderemos con lo fácil que puede resultar renovar los radiadores de tu casa. Es un trabajo que está al alcance de cualquier, tenga o no experiencia en el bricolaje y la pintura, y cuyos resultados marcarán la diferencia en tu hogar.
Desde Senave, te proponemos dos técnicas diferentes para pintar tus radiadores: la primera es la aplicación a brocha y la segunda en spray. A continuación nos detendremos en las características y el proceso de cada una, pero, en primer lugar, queremos explicarte como preparar el espacio de pintura. En primer lugar, asegurate de que la calefacción esté apagada: resultará más cómodo y seguro trabajar de esta manera. Para evitar manchar las paredes, te recomendamos que situes papel con cinta por la parte de detrás del radiador, así como por los lados y otras zonas que temas manchar, como el zócalo o el suelo. Si no tienes pensado pintar los tubos de calefacción, lo mejor es que los cubras con cinta de carrocero. En caso de que los veas de aspecto envejecido y quieras renovarlos, no hay problema, puedes aplicar la misma pintura que usaremos en el radiador.
A continuación, limpia la superficie con un poco de disolvente universal para eliminar cualquier resto que pueda evitar la adecuada fijación de la pintura. Una vez seco, te recomendamos que lijes un poco la superficie con una lija de taco de grano medio. No es necesario que levantes la pintura antigua, simplemente líjalo hasta que veas la superficie matizada. De esta manera te asegurarás una mayor adherencia y resistencia del esmalte que vamos a aplicar. En caso de que tu radiador esté oxidado, te recomendamos utilizar un transformador de óxido antes de aplicar el esmalte elegido. Este producto crea una capa protectora que evita una nueva oxidación, asegurándose de que el acabado permanezca en el tiempo.
Como decíamos, te queremos presentar dos maneras de pintar tus radiadores. La primera, es la aplicación con brocha de un esmalte específico para radiadores como el de Oxirite. A diferencia de otros productos, puedes utilizar el esmalte de radiadores de Oxirite directamente sobre tu radiador, sin imprimación. En caso de que tu radiador sea más plano, puedes utilizar un rodillo de espuma para pintarlo. Pero si es de los clásicos, te recomendamos una paletina normal y una de mango largo, que te servirá para alcanzar la parte posterior sin esfuerzo. Es necesario aplicar dos capas de este producto, dejando que sequen de un día para otro (unas 16 horas es lo más conveniente). Con este tipo de aplicación, la capa de esmalte quedará más gruesa y resistente al paso del tiempo. Te recomendamos especialmente para zonas que soportan limpiezas con productos químicos potentes, como cocinas y baños.
La alternativa es el uso de un esmalte en spray para radiadores, como el que encontrarás en nuestra tienda online de Montana Colors. La ventaja de este producto es que resulta muy rápido de utilizar y no necesita herramientas para su aplicación. La capa de esmalte resultante es más fina que en el caso anterior, por lo que te lo recomendamos en zonas menos sufridas como habitaciones, pasillos o salones. Antes de empezar a utilizar el spray, agítalo durante un minuto, hasta que se oiga la bola metálica de su interior. A continuación, te sugerimos que comiences haciendo unos trazados en una superficie de prueba para familiarizarte con su uso. A la hora de utilizarlo, te recomendamos que lo apliques aproximadamente a un palmo de la superficie. Intenta mantener el bote en verticar y realizar trazados rápidos, sin detenerte demasiado. Aplica dos o tres capas del esmalte para una correcta cubrición. Estará seco al tacto en unos 30 minutos y a las 24 h ya podrás volver a utilizar el radiador.
Es una renovación que, como ves, resulta muy sencilla y rápida de hacer. Cualquiera de estas formulas te garantiza una resistencia extrema al calor de los radiadores, que evitará que amarilleé con el paso de los años.